El joven español mostró su talento en el 0-0…
Con las medias bajas, la camiseta bien puesta y bríos de un cachorro en una tienda de pelotas, Alex Woiski tuvo un debut prometedor en el empate 0-0 de River contra Independiente. Durante 90 minutos, Woiski se mostró participativo en el ataque, siendo titular y creando ocasiones, aunque ninguna tan buena como lograr que el árbitro le invite una pizza. Sacó sus habilidades al estilo de un mago despistado, como cuando dejó a un defensor de Independiente cuestionando sus decisiones futbolísticas, literalmente.
A pesar de no poder marcar, Woiski destacó con sus movimientos y pases, especialmente al desbordar por la izquierda al duelo entre River e Independiente. Fue tan frustrante para los defensores que uno podría pensar que les robó el alma y la guardó en su botín izquierdo. Jugadores más veteranos buscaron hacerle sombra, pero parecían más interesados en conseguir su autógrafo. Mientras Woiski sigue adaptándose al fútbol argentino, se vislumbra que su futuro será brillante, o al menos, más brillante que el silbato que suena de vez en cuando para acabar el partido.