Cachengue de goles anulados en el clásico…

A los 6 minutos del segundo tiempo, Independiente armó una jugada que ni en las películas de Rocky Balboa imaginaron. Santiago Montiel la terminó con un golazo que dejó a Franco Armani más desorientado que gallina en corral ajeno, pero el árbitro tenía otros planes. Resulta que Matías Abaldo estaba adelantado por lo que parece ser el tamaño de la uña del meñique y, como si fuera un mago, el gol desapareció ante los ojos atónitos de los hinchas.

Más tarde, en el minuto 15, Walter Mazzantti hizo su magia: anotó otro gol que incluso desvió Armani, pero el destino fue cruel de nuevo. Federico Vera decidió que los offside son el nuevo negro y, en una posición adelantada que podría considerarse invisible, volvió a arruinar la fiesta. Los jueces de línea estaban más atentos que un gato frente a un láser y anularon ambos goles en un abrir y cerrar de ojos.