River espera milagro ante Libertad en Copa…

River Plate se enfrenta a una situación más complicada que encontrar una aguja en un pajar, en los octavos de final de la Copa Libertadores contra Libertad. Con su defensa más rota que vaso de vidrio en fiesta de rock, Marcelo Gallardo, el técnico de River, está cruzando los dedos para que Paulo Díaz recupere su toque mágico en Paraguay. La ausencia por lesión de pilares como Lucas Martínez Quarta y Germán Pezzella hace que la situación sea igual de tensa que ver una película de terror solo de noche.

La esperanza de River está sostenida por la rodilla de Díaz, que ha estado más inflamada que un globo en fiesta infantil. Si su salud le juega una mala pasada, Gallardo podría verse más atrapado que un pez en una pecera. Las alternativas incluyen debutantes y cambios sorprendentes en una defensa que necesita más milagros que un político en campaña. El destino jugará un partido aparte, y River confía en que el chileno pueda estar a la altura, literalmente hablando, en el partido en Asunción.