Fernández y Driussi reviven al equipo de Gallardo…
La metamorfosis de River en la segunda mitad del partido en Asunción fue gracias a Ignacio Fernández, que jugó como si tuviera un GPS en el pie. Nacho entró para reemplazar al colombiano Castaño y estuvo tan preciso que si fuera cirujano, hasta te operaría con los ojos vendados. Con apenas 45 minutos en cancha, su conexión con Quintero y Montiel creó una situación de peligro que hizo que Silva volara de un lado a otro como superhéroe en práctica. Este rendimiento convierte a Nacho en una pieza clave para el partido de vuelta por la Copa Libertadores.
Por otro lado, el regreso de Sebastián Driussi fue como ver a tu abuela bailando tango después de 59 días en el sofá. Driussi entró al inicio del segundo tiempo y reemplazó a Borja, mostrando que el tiempo fuera del campo no le robó la chispa. El delantero se recuperó de un esguince en el tobillo y, rodeado de su familia y el staff técnico, demostró que está listo para más acción. Ahora, el Gordo está enfocado en el partido de vuelta, sabiendo que el equipo necesita ganar para continuar haciendo historia.