Gol y alegría para River sin tocar el césped…

Joaquín Panichelli debutó con pie derecho (y cabeza poderosa) en el Racing de Estrasburgo, anotando un gol en el debut como si estuviera en un partido de videojuegos con trucos activados. Su traspaso trajo una sonrisa de 3,2 millones de euros al Club Atlético River Plate, que celebró más que un abuelito con un 2×1 en flanes. No contento con solo aparecer en la lista, el delantero de 22 años se despachó con un cabezazo que dejó al arquero rival más confundido que un pingüino en el Caribe.

Después de colgar los botines en la cantera de Núñez, Panichelli partió al Alavés pero dejó atrás un trozo de su pase cual Cenicienta moderna repartiendo pedacitos de cristal. Así, el dinero fluyó hacia el Monumental cuando el Estrasburgo pagó 16 millones de euros por el jugador. Ahora, el equipo francés apunta a ganar contra el Brøndby y conseguir el pase a la fase de grupos de la Conference League, algo tan emocionante como encontrar una pizza extra bajo el sofá.