Gallardo no gana para sustos en River…

En un partido que parecía un entrenamiento de ortopedia, River Plate venció a Godoy Cruz mientras sus jugadores caían como pinos en una bolera. Fabricio Bustos, decidido a imitar a un contorsionista profesional, se torció el tobillo izquierdo a los 32 minutos, obligando a Gallardo a mover el banco como si fuera un juego de Tetris. Con Montiel fuera del banco, Marcos Acuña entró al campo, mientras su predecesor cojeaba con más estilo que un pato en una pasarela.

No pasó mucho hasta que otro jugador decidió unirse al club de los aporreados. Juanfer Quintero también salió del partido, luego de una actuación digna de una novela de drama, tocándose la rodilla izquierda y dejando su paso por el partido a Galarza Fonda. El Muñeco Gallardo seguro siente que debería elegir la medicina deportiva como segunda carrera, siempre y cuando sus jugadores no decidan aprender a volar antes. Sin embargo, las rachas de lesiones continúan acumulándose como si River se hubiera inscrito para un concurso de gajes del oficio.