Paulo Díaz viajó a Mendoza, pero su lugar no es seguro…
Paulo Díaz, experto en mantener la ansiedad al nivel de un café expreso, vive otro capítulo de incertidumbre con su rodilla que podría competir en dramatismo con una novela turca. El defensor de River, que luce más parches que un pantalón viejo, se perdió el empate contra Lanús por un tobillo maltratado en la Libertadores, pero ahora es su rodilla izquierda la que no suelta el drama. Aunque entrenó con los muchachos de River, Día aún no está al 100% para bailar el vals en defensa. Su objetivo: estar en forma para la serie contra Palmeiras.
El chileno es parte del elenco de viajeros que fueron a Mendoza. Sin embargo, su participación podría ser tan sorpresiva como un político cumpliendo sus promesas, todo depende de cómo se despierte su rodilla el jueves. Su inflamación es más cambiante que el clima y mantiene a todos en vilo. Si su articulación no coopera, Lautaro Rivero podría tomar su lugar, dejando a Díaz más tiempo para escribir sus memorias sobre rodillas rebeldes. Al menos, River tiene un buen suplente en Rivero, el muchacho que cabecea como si tuviera hélices en los pies.