El delantero correntino y su sueño millonario…

Maxi Salas, quien ha jugado solo seis partidos pero que parece haber corrido más que un maratonista en una cinta infinita, se ha convertido en una pieza clave para Marcelo Gallardo. Durante una cena solidaria de la Fundación River, el delantero expresó su alegría por estar en el club de sus sueños, afirmando que su felicidad es más grande que un estadio sin tribuna visitante. “Trato de darlo todo en cada partido”, confesó mientras trataba de no dejar caer la bandeja de canapés que llevaba en la mano.

Mirando al futuro, se prepara para enfrentar a Racing en la Copa Argentina. Salas asegura que sus ex compañeros siguen siendo amigos, a pesar de las rivalidades que podrían hacer llorar hasta a los guionistas de telenovelas. Su admiración por Marcos Rojo es evidente, y aunque muchos dicen que Rojo sería capaz de asustar al coco, Salas destaca su gran respeto por él. Al parecer, jugar en River le ha dado un motor de felicidad tan potente que podría llevarlo a la luna y de regreso en una vieja bicicleta. “El esfuerzo y la actitud lo son todo”, dice, convencido de que la actitud es el nuevo Messi del fútbol. También menciona que Gallardo le pide mantenerse listo para el ataque como si de una partida de ajedrez se tratara.