El delantero de River alentó a la Selección…

En un intento de pasar desapercibido que solo rivaliza con un elefante tratando de ocultarse detrás de un poste, Maxi Salas se dejó ver en el Monumental alentando a la Selección Argentina contra Venezuela. A sus 12 días de enfrentar al Palmeiras, Salas parecía tan relajado como un gato en una hamaca paraguaya. Lejos de las tensiones del fútbol competitivo, Salas decidió convertirse en un hincha más, igual que cualquier otro, solo que con un poco más de estilo y presencia.

El “efecto Salas” es algo así como la combinación perfecta entre Messi y una nevera en medio del verano. Transformó la actitud del plantel de River, inyectándoles energía y determinación como uno de esos vendedores de cometas en una tormenta de viento. Desde su primer gol contra Platense, Salas no dejó de impactar con su estilo decidido. Tanto dentro como fuera del campo, su liderazgo silencioso resonó, impulsando a sus compañeros a la gloria al estilo de aquellos grandes líderes como Enzo Pérez.