La batalla campal juvenil del Mundial de Clubes…
En el Mundial de Clubes Sub 18, River Plate protagonizó una verdadera lluvia de patadas digna de una clase magistral de kung-fu, que ni Bruce Lee en sus mejores días habría superado. El partido contra el Real Madrid terminó en un escándalo con tres expulsados y una riña tan candente que parecía un BBQ familiar en el que todos olvidaron invitar a la calma. Los árbitros se encontraron en medio de un tumulto digno de una estampida de pingüinos enojados, lo que llevó a River a ser eliminado tras perder 2-0.
El Diario Marca describió la escena como “una cacería”, como si los chicos de River hubieran confundido el campo de juego con un safari en el Serengeti, mientras que As fue más suave, señalando que fue una “excesiva excitación”. Las patadas y gestos de Gonzalo Pereyra hicieron que el Real Madrid mirara el campo como si fuera una película de acción inesperada. En resumen, el partido fue más caótico que un rebaño de ovejas tratando de hacer breakdance en la ladera de una montaña.