¿Hospital o concentración? Esa es la cuestión…

En este arranque del año, River parece estar jugando más en la enfermería que en la cancha. Después de 11 partidos en 49 días, los muchachos de Gallardo se están convirtiendo en expertos en el arte de la recuperación física. Con el Mundial de Clubes apretando el calendario como jeans después de las fiestas, las lesiones se han convertido en los nuevos “refuerzos” del equipo.

La lesión que se lleva el premio al “más complicado” es la de Agustín Ruberto con su rodilla que decidió tomarse vacaciones hasta septiembre u octubre después de un partido en el Sudamericano Sub 20. Giuliano Galoppo, con su sartorio “en huelga”, podría perderse la Copa Argentina, pero al menos la fecha FIFA le da un respiro para prepararse para enfrentar a Rosario Central a fin de mes.

Los desgarros de Martínez Quarta y Driussi, cortesía de la Supercopa Internacional vs. Talleres, prometen volver justo antes que empiece la Libertadores. Mientras tanto, Montiel y Colidio se sumaron al club de los “amantes del kinesiólogo” tras jugar contra Riestra. Ahora, el cuerpo técnico sigue de cerca sus evoluciones, deseando que sus jugadores vuelvan a correr detrás de la pelota en abril, y no del fisioterapeuta.