Los pibes de River: héroes incomprendidos…

¡Ay, las Inferiores! Antes eran como esos videos de gatitos en internet, uno no esperaba mucho, pero siempre te sorprenden con algo adorable. Pues en el universo paralelo de River Plate, los pibes Mastantuono y Subiabre decidieron que eran el Ron Weasley y el Harry Potter del fútbol, salvando con su magia juvenil a un equipo que gastó más dinero que un tío en tecnópolis sin saber para qué.

En el último capítulo del culebrón, donde los millones volaron más que el sueldo de Messi, estos muchachos, como dos oasis en un desierto de abdominales y camisetas apretadas, lograron darle al equipo la chispa que ni las botellas de energizante del club pudieron. Gallardo, con su cara de “¿qué hice gastando tanto en jugadores?”, justo antes de darse cuenta de que los verdaderos cracks estaban pidiendo permiso para saltarse la fiesta de pijamas y jugar a lo grande.

Así fue como Mastantuono, un crío de 17 años que aún está con voz de gallito, se convirtió en el maestro de orquesta y Subiabre, el nuevo Beetlejuice de Núñez, marcó el gol que dejó más boquiabiertos que cuando al abuelo le hacen soplar las velitas en su fiesta sorpresa. Increíble, ¿no? Un mercado millonario y los tesoros escondidos vienen con acento de adolescentes que aún están decidiendo su próximo color de chupetín. ¡Cosas del fútbol!