River y su danza de samba en Perú…

¡Se abrió el telón de la Copa Libertadores y al escenario saltó River Plate, con más emoción que un partido de truco en Navidad! Los muchachos de Gallardo hicieron su debut en Lima, donde la pelota en vez de cuero debía estar hecha de panetón de tantos rebotes raros. Universitario, pobre, tenía menos chances de ganar que un pinguino en el Sahara.

El estadio estaba repleto, como si regalaran choripanes y la hinchada local gritaba como adolescentes en concierto de cumbia. Pero no contaban con que el chileno Paulo Díaz, en un acto de pura inspiración milonguera, clavó un gol de cabeza digno de una telenovela de llanto y abrazo interminable. Fue un 1-0 tan ajustado que hasta los escalones de la tribuna sufrían de nerviosismo.

Al final, River salió del campo de juego como si hubieran ganado la Copa del Mundo, mientras que Universitario se retiraba pensando si el césped no estaba pintado con mala suerte. Los de River se llevaron tres puntos, una receta secreta de ceviche en la valija y el respeto de unos cuantos en Lima que deseaban cambiar la camiseta con ellos. ¡Que empiece el festejo, carajo!