El inesperado reencuentro del Muñeco y Vigo…

Hace unos años en tierras millonarias, Marcelo “el Muñeco” Gallardo decidió que Alex Vigo, un lateral con más velocidad que un tren y menos aciertos que un burro en alpargatas, era el elegido para llevar la mítica 4 de River. Pero al pobre Vigo le pesó la camiseta como si el Monumental estuviera en su mochila. Pobrecito, no le salió ni una gambeta y Gallardo terminó volviendo al Plan B: ¡Rober Rojas, el James Bond paraguayo, se quedó con la movida!

La vida de Vigo es digna de una telenovela de lágrimas, pañuelos y mate amargo. El loco tenía un ejemplar “Lifetime de los fracasos deportivos” desde chico. El destino lo llevó a combinar mate amargo en familia con un sonoro “hola” de Gallardo que lo hizo llorar como si le hubieran leído el cuento triste del perro que se va. ¡Vigo se fue a Serbios de Estrella Roja, más perdido que la chancha de Darwin en Junín!

A pesar de los desafíos, Vigo no paró. De a poquito, como tortuga en ascenso hacia una cima futbolística, va de Junín contra viento y marea, esquivando frustraciones y marcando goles que ni el Photoshop se atrevería a inventar. ¿Será que su deseo aún intacto es bailar un vals con la gloria riverplatense como si fuera el último tango en Núñez? ¡Telenovela asegurada!