Franco Armani salva al equipo a lo superhéroe…

Franco Armani, nuestro querido arquero, volvió a hacer de las suyas en el partido contra Sarmiento, y no, no estamos hablando de hacer pizzas voladoras para la tribuna. Esta vez, detuvo más balones que malabares en un semáforo porteño. ¡Qué reflejos, muchacho! Parecía un pulpo con guantes en cada tentáculo, cubriendo la portería de River como si fuera una cerámica incaica en el Louvre. Ante cada ataque rival, el hombre sacaba sus superpoderes cual superhéroe Marvel. ¡Cuidado Spider-Man, que Armani te roba el puesto!

La cara del arquero, sin embargo, era como la de alguien que intenta ver el lado bueno de la pizza con ananá: complicada. Sus cuatro tapadas magistrales no lograron arrancarle una sonrisa, porque la defensa de River fue más porosa que un queso suizo. Después del empate de Insaurralde, cuando todos los hinchas ya se estaban agarrando de los pelos, el arquero voló como Superman y le anticipó el canto a Morales. Ni una mosca pasaba sin que Armani le lanzara una mirada fulminante, digno de un cartel de no pasar.

Y es que Armani, con sus 37 años, parece no conocer la gravedad más que en los memes de WhatsApp de tías. ¿Sabés por qué el técnico lo sigue dejando en el arco? Porque ¡cómo dejar afuera a quien te saca papas del fuego con más clase que un chef de cinco estrellas! River necesita más que nunca su toque de magia, y mientras siga con esos reflejos que ni un ninja adolescente mutante posee, los hinchas pueden seguir soñando en grande.