Un Monumental en modo pandemia para el gol fantasma…

Este martes a las 21.30, el Monumental parecerá el escenario de una película de fantasmas: en lugar de rugir como un león con dolor de muelas, estará más silencioso que un monje tibetano en meditación. ¿El motivo? Una sanción que obliga a River a jugar el choque contra Barcelona sin el calorcito de sus hinchas. Los jugadores saldrán al campo pensando que están en el espacio, donde nadie puede oír tus gritos… ni tus pases.

La última vez que River jugó en un teatro tan silencioso fue en 2021, cuando la pandemia transformó a los estadios en escuelas de meditación zen. En un partido donde hasta las caídas de las hojas eran más ruidosas, River venció a Arsenal 1-0, cortando el aire con el grito del gol en contra de Emiliano Méndez. En esa ocasión, Julián Álvarez y sus compañeros sintieron la tranquilidad de un recital de música clásica, mientras que Enzo Fernández, desde el banco, disfrutó de un spa acústico.

La nueva sanción también viene con un precio que haría llorar a un millonario: 195.000 dólares, lo que equivale a unos cuantos kilos de fideos o varias piscinas llenas de mate cocido. Así que el club ya sacó la calculadora para ver cómo equilibrar las cuentas con la olla grande de la Libertadores. Eso sí, al menos la Conmebol no fue tan estricta como con Peñarol, que tuvo que jugar al fútbol en la versión ‘¿Dónde está el público?’.