Del sueño trunco de River a la batalla táctica…
Pongámonos las pilas para contar la epopeya del Cholo Guiñazú, un verdadero trotamundos del fútbol que en su vida debe haber coleccionado más clubes que figuritas faltantes en el álbum del Mundial. Con paradas en Talleres, Independiente, y tres cuartos de mundo (¡sí, hasta en Rusia!), este crack raspó medio planeta con sus tacos. Pero siempre le quedó una espinita clavada: jamás pudo vestir la camiseta de River, aunque coqueteó mucho más con el club que un referí con la tarjeta amarilla.
Era diciembre de 2008, y River parecía más cerca de ser un equipo de barrio que de ser el gigante que conocemos. Con más urgencias que excusas después de un Apertura desastroso, Gorosito salió a pedir refuerzos de lujo, y ahí andaba el nombre de nuestro querido Cholo. Pero como toda novela rosa futbolera, Inter de Porto Alegre quería más platita y no entrenadores inseguros jugando con sus joyas. Se armó un lío de aquellos, y mientras Ortega y Gallardo volvieron a casa, a Guiñazú le tocó quedarse tomando mate en Brasil.
Hoy, convertido en el general del ejército de la T, Guiñazú se prepara para enfrentar al Muñeco. La historia se repite, pero esta vez no como jugadores en la cancha, sino como titanes a punto de chocar sus poderes mágicos en el Monumental. Alerta amarilla, porque este cruce puede ser más épico que una final del Mundial. Si nunca has visto a Mapache y a Cholo enfrentarse, sintonizá el partido este domingo y prepará el pochoclo, ¡porque esto va a estar más emocionante que el gol del minuto 93!