Gallardo y su lucha por un equipo completo…

¡La enfermería de River está más llena que autobús en día de desfile! Como si fuera una batalla épica entre los músculos de los jugadores y los tratamientos más innovadores del mundo, el Muñeco Gallardo se encuentra desesperadamente buscando un elixir mágico o un frotador milagroso que devuelva a sus gladiadores a la cancha. Con Talleres en la mira y el Cacique Medina ya lejos del banquillo, Gallardo se imagina que cada partido sin gol es como anotar en arco vacío… ¡y aun así, sin acertar!

El rol de detective de Gallardo sigue sumando pistas en la búsqueda de curar a Giuliano Galoppo, quien parece tan frágil como el vidrio después de una fiesta loca. Cuidándose más que un samurái sus espadas, Galoppo hizo un cameo fugaz frente a Rosario Central y luego se esfumó en el entretiempo. Mientras tanto, Pity Martínez se ve más envoltorio que regalo, con una distensión que le parece eterna. Todos en Núñez cruzan los dedos con tal fervor que podrían abrir una tienda de nudos fiesteros.

Con jugadores cayendo más rápido que clima en película de Roland Emmerich, Gallardo casi piensa en fichar a algún jugador del videojuego FIFA. Pero el indomable espíritu del Muñeco sigue firme, como un perro que se aferra a su hueso, preparando una alineación con Armani en el arco y Montiel, Quarta, Díaz y compañía listos para un próximo éxito. Claro, siempre y cuando sus piernas se comporten y no acaben en la sección de “pérdidos en acción” justo antes del partido. ¡Qué espectáculo está garantizando River esta temporada!