El Monumental, arena de un duelo de titanes…

¡Atención fanáticos del balompié! Marcelo Gallardo, alias ‘el Muñeco’, tendrá que enfrentarse a su archienemigo futbolero: Talleres de Córdoba. Hablar de este duelo es como si Batman y el Guasón decidieran resolver sus diferencias en un campo de fútbol con sus superhéroes favoritos como árbitros y líneas. Aunque el uniforme del River no tiene capa, lo que le faltó a Gallardo en superpoderes, le sobró en estrategias. Sin embargo, la T, ese equipo más resbaladizo que un pez enjabonado, ya se las arregló para poner a Napoleón entre las cuerdas y estrenar un trofeo en su vitrina.

¡Talleres, ese Greta Garbo del fútbol que no quiere ser dominado por nadie, ni por el mismísimo Gallardo! Y vaya que supieron complicar al River en más de una ocasión, tomando el audaz camino de ganarles no una, ni dos, sino hasta tres veces al hilo. Entre resbalones más icónicos que un sketch del Chavo del Ocho y penales que hicieron dudar hasta al VAR, la Supercopa Internacional de este año terminó siendo el recreo ganador de los cordobeses. El Monumental se hizo un coliseo donde caer ante la T parece ser más fácil que perder en el truco con tu abuela.

Si Shakespeare viviera, escribiría una obra sobre este enfrentamiento; tal es el dramatismo con el que este tango futbolero se entona. Con el historial a punto de explotar como un pochoclo, Talleres, con su camiseta de rayas que haría sonrojar a una cebra, se jacta de haberle puesto el antifaz de Zorro al Muñeco. Demostrando que, en la vida y en el fútbol, no hay enemigos pequeños, ni balones mansos. Y por si fuera poco, recordemos que el fútbol es circular, igual que una pizza o una rueda de camión… ¡Todo puede pasar nuevamente!