Gallardo y su banda en busca de la gloria…
River Plate está como un malabarista en el Cirque du Soleil con tres pelotas voladoras: la Copa Argentina, la Libertadores y el amado Apertura. Al parecer, Gallardo ha decidido que es hora de ametrallar hacia octavos, en un intento por alcanzar la clarividencia antes que sus rivales puedan siquiera pestañear. Este domingo, tras el empate de Gimnasia, River tiene la llave dorada para abrir las puertas de los octavos si derrota a Talleres. ¡Gol de chilena a todo o nada!
Este duelo es como tener que hacer jueguitos con un balón de playa: complicado pero no imposible. Además, como Riestra se puso las sandalias y perdió contra Instituto, River no tiene que sudar tanto para conservar su cuarto puesto amuleto, ese que se ha convertido en el Santo Grial de los hinchas. Si vencen a Talleres, los muchachos de Gallardo podrán pavonearse en el big four como si fueran súper héroes futboleros con capa roja y blanca.
But wait, hay más! La libertad condicional de River no está garantizada del todo, no señores. Necesitan asegurarse un ‘lo siento, ya estoy en octavos’, con una victoria que los guíe a casa ajena en los futuros cruces. Y como si fuese una telenovela futbolera, las posiciones al final decidirán quién podrá jugar de local mientras el resto busca un taxi para su sede neutral, especialmente porque en los cuartos y las semis, la pelota no perdona, y un empate significa una balacera de penales de infarto.