¡Paulo Díaz y su carrera más corta!…
En el universo paralelo del fútbol donde los jugadores son de papel y las lesiones son epidemias, el doctor de River ya tiene más trabajo que el peluquero de Marcelo Gallardo. Esta vez, el galardonado con el desgarro número 11 del año es nuestro talentoso central chileno, Paulo Díaz. En una escena tan dramática como ridícula, Díaz intentó un pique para atrapar al escurridizo Depietri, pero sus isquiotibiales decidieron tomarse vacaciones urgentes y lo dejaron en el suelo más rápido que un caracol corriendo en chancletas.
Lo cierto es que Díaz terminará viendo más las clínicas que la cancha en las próximas tres semanas, donde ver a River enfrentarse con Gimnasia, Independiente del Valle y ¡el esperado Superclásico con Boca! ¡Qué timing más desafortunado, Paulo! Se perderá el duelo de titanes en el Monumental, donde Pezzella tendrá que desempolvar el uniforme, porque el banco de suplentes está fresquito y necesita el calor del campo de juego. Una ausencia que duele más que un pelotazo directo al estómago de Gallardo.
Y vaya que River ya está acostumbrado a tanto dolor musculatorio que su equipo podría ser bautizado como el hospital ambulante. La lista es larga, pero no la leeremos completa porque esto es más una viñeta de la comedia que el enigmático resultado de una conspiración alienígena para debilitar al equipo. Sin embargo, vigilen al Dr. Moreau, que parece estar armando un escuadrón B de jugadores rotos. ¡Que el ibuprofeno nunca falte en River, señores y señoras!