El Muñeco en busca del gol perdido…

Marcelo Gallardo y Quito tienen una relación pasional como la de Romeo y Julieta, pero sin el final feliz… ni los goles. Desde su palco de papas fritas al borde del abismo, Gallardo sueña con romper esa racha gélida que ni el mismísimo Martín Palermo en la época del freezer podría derretir. Después del 3-0 contra Gimnasia, el Muñeco enfrenta a Independiente del Valle con más esperanzas que Pinocho en una carpintería.

Mientras el técnico planifica el partido con más rotaciones que una pista de autos chocadores en vacaciones de invierno, los hinchas de River cruzan los dedos, los ojos y hasta los pasajes de avión para que el miércoles no sea otro día negro en la capital ecuatoriana. Cada vez que River juega en Quito, los goles huyen más rápido que un penal de Ramos en el espacio exterior.

En la saga Gallardo-Quito, tenemos thrillers como la caída en la Sudamericana 2015 contra Liga de Quito, el drama en Libertadores 2016 frente al Independiente del Valle, y el clásico de terror de la Copa 2020 con un 3-0 inimaginable. ¿Serán los astros o el hombre del termo los culpables? Lo que es seguro es que River llega afilado y con hambre de goles, como Maradona se lanzaba por la pizza después de cada partido.