Victoria que llegó como postre inesperado…

River aterrizó en Guayaquil, donde no solo fue recibido con la amabilidad de sus fans, sino que también edificaron estatuas de su DT con papel aluminio, en honor al turismo futbolero del mejor estilo Argento. ¡Qué calor humano, señores! Pero no solo eso: mientras cenaban en un restaurante donde los camareros parecían árbitros sacando tarjetas, un gol solitario de Universitario develaba todo un hechizo sobre Barcelona. Todavía hay quien dice que usaron el famoso “abra cadabra” del área chica.

Así, con una sola jugada mágica, el grupo B se convirtió en un circo de pulgas bailarinas. River, desde la cima, se mantiene como si fuera el equilibrista principal sobre la cuerda floja. Con solo un empate en la difícil Quito, River puede seguir reinando cual rey en calzones, mientras que una derrota transformaría a Independiente del Valle en el nuevo protagonista del acto principal. El profesor Gallardo, por supuesto, tiene un plan maestro como si de un partido de ajedrez se tratara.

¿Logrará River mantenerse en lo alto mientras se aproxima el superclásico como un huracán enloquecido? ¿Veremos más goles como lo hacen los magos en los circos? Reserva el asiento que más te guste, que este espectáculo futbolero sigue rodando como pelota en cancha maestra. ¡La función no ha terminado, y cada pase es un truco nuevo a descubrir!