Arco de River, zona VIP para Spinelli…

Pónganse cómodos, que esta historia es más desconcertante que buscar un penal en el patio de tu casa. River Plate se fue a chocar frente a Independiente del Valle, solo para descubrir que había un Spinelli en modo artista contenido. ¿Qué pasó? Pues que en solo 90 minutos el pibe clavó dos goles más calcados que el peinado de un muñeco de torta. Causa y efecto: un River aturdido como si lo persiguieran abejas asesinas.

El secreto detrás de este show ecuatoriano fue su mago de banda izquierda, el balletico Layan Loor, quien pintó el lateral derecho de River con más destreza que un pintor de brocha gorda en día de oferta de pintura. En una escena digna de un episodio de Benny Hill, Loor transformó su sector en una autopista sin peaje para enviarle regalitos a Clapton Spinelli, que simplemente los empujó a la red. Deberían darle un sombrero mágico, tipo Harry Potter, aunque él prefiere usar su cabeza.

El segundo acto de este teatro de los absurdos tuvo a Castaño como invitado especial… para no hacer nada. Es que el tipo corrió al lado de Loor como quien corre una carrera de sacos: sin gracia y sin ganas. Mientras Pezzella y González Pirez resolvían sus diferencias de ubicación, el balón ya estaba en la cueva, ¡y Spinelli celebrando como si le hubieran sacado el diario de mañana! Casi podemos oír a Gallardo diciendo “¡¿Quién me ha cambiado los jugadores por conos?!”. Ah, Libertadores, siempre tan simpática.