La revolución posicional del joven talento…

Imaginate a Mastantuono en la escuela y decide ser el mejor en todos los deportes. Un día juega al básquet y al otro, se convierte en el rey del ajedrez. Bueno, ese es el pibe Franco Mastantuono en el mundo del fútbol. Pibe de 17 años y le sobra magia para ser el 10 clásico de River, pero Gallardo lo pone de extremo derecho porque, total, Mastantuono hasta acomoda las sillas en la fiesta del equipo.

En el superclásico contra Boca, este pibe fue tan escurridizo como un jabón en la ducha, deslizándose por la cancha hasta clavar un gol de tiro libre que dejó a todos en la Bombonera mirando al cielo, preguntándose si era un pájaro, un avión o el mismísimo Diego reencarnado. Juega por la derecha, pero engancha hacia el centro y Ayron Costa quedó mareado como quien sale de un parque de diversiones. Ah, no olvidemos que Mastantuono tuvo que ir y venir tanto por la banda que debería tener un carnet de colectivo.

Claro, Gallardo, un mago táctico, prefiere que el joven no cargue toda la responsabilidad y lo manda a cambiar de puesto como quien cambia de medias. “Relajá, campeón, que ya golf como 10”, le dicen. En Europa, hasta podrían usarlo de portero, porque tal es su versatilidad que terminaría haciendo goles. Y si preguntas por su secreto, bueno, tal vez en la próxima entrevista, en lugar de hablar de fútbol, Mastantuono te hable de cómo hacer la mejor milanesa a caballo del país. ¡Este pibe es un crack total!