Un Goleador que Huelea a Wimbledon…
Franco Mastantuono, el Messi de los tiros libres, ha dejado a medio planeta con la boca abierta y la otra mitad preguntándose si hay golosos regalos de Navidad en River Plate. El hombre, que decidió colgar la raqueta al estilo de colgar las botas de un astronauta, marcó un gol que ni la FIFA se anima a desafiar. Mastantuono ya está en la mira del Pato Donald… perdón, ¡de los clubes europeos! Y todos sabemos que el propio Francisco Cerúndolo, un tenista que se enamoró de River antes que de sus raquetas, se quedó boquiabierto cuando finalmente vio el superclásico en diferido y exclamó: “Mirá el pase de la muerte que hizo este flaco”. Cerúndolo agradece al universo que Mastantuono prefirió meter goles a pegarle a una pelota fuzzy y peluda.
El planeta Tierra ahora tiene dos tipos de fanáticos: los que se sacan fotos con rockstars y los que se sacan fotos con Guillermo “Mago” Coria, el otro fan del club de Núñez. Coria tuvo el placer de entrenar con Mini-Masta en sus años dorados de la Sub 10 y dijo: “Es un enchufe humano, menos mal que lo tenemos en la Primera del CARP. ¡Ahora esperemos que no gane Wimbledon!”. Parecía que Mastantuono había nacido para ser el Forrest Gump del tenis, pero mejor que agarró la pelota y no dejó títere con cabeza.
Entre raquetas, botines y cuentos chinos, el destino nos ha dado una estrella que brilla en el Monumental, iluminando hasta las tortillas del sándwich clásico del estadio. Parece que en River Plate no solo producen jugadores, sino auténticas bombas, capaces de destrozar las redes y causar risas nerviosas a Cerúndolo, como si fuese un espectador del Cirque du Soleil. ¡Vaya que el fútbol y el tenis pueden crear combinaciones tan explosivas como inesperadas!