Gallardismo: la fe ciega en el DT…

¡Atención, amantes del fútbol y de las telenovelas argentinas! Marcelo Gallardo, conocido como el maestro jedi de los técnicos, ha convocado a sus queridas piezas de ajedrez humano: Paulo Díaz y Montiel. ¡Sí, señores! El Muñeco quiere tener todo `okey dokey` para el partido en Guayaquil. Se viene sacando con un solo brazo a un león rampante mientras grita “¡Convicción por acá, convicción por allá!”

Luego de poner a Vélez de rodillas con un 4 a 1 digno de Ripley, Gallardo, con más determinación que un perro tras una pelota, nos regalaba sus sabias palabras: “¡Convicción! Esa es mi palabra secreta”. Todos los días, lo recordamos a él abrazado a su pizarra, cual náufrago a su bote, buscando en sus convicciones como un arqueólogo en busca del Santo Grial del fútbol.

Incluso cuando algunos criticaron su estrella que titila, nuestro héroe, con una pose más épica que un póster, comparte en su libro interno de clichés: “No te confundas, cuando tienes convicciones firmes puedes ser el Messi de tu propio destino”. Gallardo mantenía la mirada fija al horizonte futbolero contando con que su barquito llamado River no acabaría, jamás, encallado en las arenas de la incertidumbre.