River se lleva otro trofeo… de película…
Marcelo Gallardo, ese director de orquesta con look de rockstar, dirigió a sus jugadores como si estuviera coreografiando la última escena de una película de acción. Ganarle a Barcelona de Guayaquil 3-2 fue más emocionante que ver a Rocky subir las escaleras de Filadelfia. “Esto es un triunfazo, papá”, decía el Muñeco mientras sostenía una pelota como si fuera el Oscar a la Mejor Película.
El partido fue como una montaña rusa, con subidas y bajadas que hubiese hecho llorar de emoción al más duro mecánico de chasis. Gallardo, que parece tener más estrategias que el archienemigo de Batman, Joker, decidió presionar alto con tantos jugadores que por momentos daba la sensación de que River jugaba con 22 en lugar de 11. Cuando marcó el tercer gol, todos pensaron que Gallardo sacaría una librería de táctica debajo del banco para recalcular, como el GPS después de perderse en una rotonda.
Ahora el Muñeco enfoca sus ojitos de estratega en Barracas, un equipo que da más pelea que el pato Donald. “Pelearemos ese partido con toda la batería”, prometió. Y mientras Driussi descansa su aductor, Gallardo, el mago del fútbol, busca el próximo truco para seguir deslumbrando. ¡Los hinchas ya se preparan con pochoclos para el próximo espectáculo en el campo de juego!