Gallardo goza del colombiano improvisado…
Es un pájaro, es un avión, ¡no! Es Kevin Castaño convertido en el nuevo pillo de Núñez. ¡Uno pensaría que el hombre llegó a River con la hit de Kevin Johansen! El colombiano es como ese ingrediente secreto en la receta de la abuela que nadie sabe qué es, pero que hace que todos pidan más. Mientras Mastantuono y Driussi se pelean por los selfies en la cancha, Castaño va tejiendo su red invisible de pases fabulosos, cual Spiderman del mediocampo, sin que nadie le tome foto, claro.
Hablemos de sus números frente al Guapo Barracas, que no son menos que los de un matemático en una convención de calculadoras: toques, recuperaciones, pases precisos… ¡Con una puntería que haría llorar de emoción a Cupido mismo! Gallardo casi llora de emoción diciendo que KC es como un buen vino, mejorando cada día en el fervoroso mundo del futbol argentino. Eso sí, Sebastián Driussi debe estar deseando conocer el secreto de su formula adaptativa.
Y en el Kremlin del futbol, en Krasnodar, seguro están arrepintiéndose de haber dejado ir a Castaño como si fuera cualquier cosa. River la sacó del estadio como Maradona en el 86 con este fichaje. El apodado ‘crackstaño’ domina el campo como un capitán pirata navegando en aguas argentinas, siempre con la camiseta bien puesta y los botines relucientes. Y así, el fenómeno Castaño sigue escribiendo su propio best seller en el Monumental.