Un zambombazo histórico en el Monumental…
Un lunes cualquiera se convirtió en día festivo en el reino millonario cuando Marcos “El Huevo” Acuña decidió destapar su mágico tarro de goles al estilo Houdini. El Monumental fue testigo del relato: ¡un golazo desde afuera del área que no solo cerró el partido con Barracas sino que escuchó las estrellas decir “¡Bienvenido al club de selectos!”, mientras le lanzaban una alfombra roja kilométrica hecha de césped del Monumental!
El Huevo, en su primer grito sagrado con la camiseta franjirroja, entró al salón de la fama de River, codeándose con la élite de los campeones mundiales que también tuvieron su momento “¡Eureka!” en el club. En esa lista de héroes aplaudidos por las cuerdas del arpa celestial se destacan nombres como los de Germán “Shakespeare” Pezzella y Gonzalo “Monty Python” Montiel. Entre aplausos que resonan en la galaxia, Acuña se llevó su número 17 en la lista histórica, convirtiéndose en el Picasso del golazo de área.
Hasta el estadígrafo Silvio Maverino tuvo que desempolvar su libro de récords para confirmar lo increíble: un lateral zurdo –que no es ni Messi ni Maradona, pero que en esa tarde fue un crack del videojuego– con una sonrisa radiante que reflejaba la luna llena. ¡Oh, Huevo brillante! En una sola jugada, Acuña nos demostró que no hace falta ser astronauta para despegar de la Tierra.