El resurgimiento de una estrella en Moscú…

Cuentan las leyendas que existe un lugar donde los ex-River se convierten en superhéroes, y Esequiel Barco parece haber encontrado ese sitio en Moscú. A pesar de que en Núñez dejó una huella del tamaño de una tabla del 4, el gigante ruso Spartak le ha dado una nueva pócima mágica de éxito. Con movimientos dignos de un tango moscovita, Barco ha saltado al top 20 de los mediocampistas más influyentes de la temporada. ¡Sí, señoras y señores, ha pasado de ser un barco lento a un jet supersónico en el frío de Rusia!

Cuándo el Spartak sacó la billetera para chasquear esos 13 millones de euros, más de uno pensó que era para comprar una estatua de Lenin, pero no, lo querían a él, a Barco. Y vaya que no fracasaron. Aunque al principio su desempeño era comparable a un 3-0 en contra, con la llegada de Dejan Stankovic, Barco encontró su brújula y ahora es el titán del medio campo, repartiendo magia como si fuera un mago ruso sacando conejos. Su influencia escaló al punto que ahora está en la lista de los 20 mejores volantes del universo, donde solo los elegidos saben combinar pases, gambetas y caños de rabona.

Según un estudio que suena tan prestigioso que ni Wikipedia lo cuestiona, el CIES ha confirmado que este joven de 26 años ha realizado más piruetas que un acróbata en el Cirque du Soleil. Con 14 goles y 9 asistencias en su bolsa, Barco ha demostrado ser un auténtico generador de números locos. Quizás no sea el Wirtz del Bayer Leverkusen, pero su nombre en la lista influyente ahora resuena tan fuerte como La Cumparsita en una milonga rusa. ¡Atención mundo! Esequiel Barco ha encontrado su hogar y parece estar montado en un verdadero transiberiano al éxito!