La promesa que dribló a River y casi se va al desierto…
Thiago Fernández, la verdadera espina en los de Núñez y el Messi del Fortín, decidió obviar la tentación del River de Gallardo. ¡Como si fueran caramelos baratos en kiosco! River, ese super club que ha fichado jugadores como quien se compra empanadas para la merienda, se quedó con las ganas de verlo en las filas del Monumental. Pero ojo, que no sólo rechazó a River: el mismísimo Al Ittihad, aquel de Benzema, anduvo queriendo comprarle el teatrillo con petrodólares.
Imaginemos por un segundo que su rodilla hablaba más que un periodista en día de cierre cuando le dijeron que Benzema lo quería en Arabia. ¡Marcelo Gallardo, si querías que Thiago se mudara a Nuñez, tendrías que haberle prometido un parrillero visitante y un master en gambetas sin fin! Thiago, mientras, recordaba lo genial que estaba en la cueva de Vélez, rompiéndola por los cielos del Amalfitani.
Este muchachito, que antes de su lesión le metía ganas al fútbol como Maradona al mate dulce, cementó su futuro en su querido fortín. “Preguntaron por mí, pero preferí seguir siendo el mago del Amalfitani”, dijo el pibe, que con solo 21 años ya pasó de River y le dio un pase de caño a los jeques árabes. Un verdadero crack multifacético, entre remates, desaires y sueños de títulos, prefería seguir aspirando a ser el Bilardo de Vélez que mudarse a tierras tan lejanas como esos sueños de siestas largas en el fútbol europeo.