Franco Mastantuono, ¡el Ronaldinho porteño!…

¡Hola, rarirras y antifutbolistas de este universo paralelo llamado fútbol! Parece que nuestra maravillosa ensalada de chistes rodantes ha estado girando a la velocidad de la luz últimamente, y no es para menos. El piquito de oro de la tierra de la milanesa con papas, Franco Mastantuono, va a firmar con el Real Madrid después de cocinar su último asado en el Mundial de Clubes. Los medios internacionales explotaron como pochoclo viendo una final de telenovela.

Desde España, Mundo Deportivo tituló “Madrid y River, ¡arreglaron un pase que da más vueltas que una calesita!”. Mientras tanto, los chicos de bein Sports repiten: “¿Contratamos a Mastantuono o nos fugamos en una nave espacial?”. Hasta la agencia alemana OneFootball ya está roja de emoción, gritando “Here we gooooo!” como si acabara de descubrir que el chucrut puede bailar tango.

Y ojo al piojo, que al final del día la cosa se cierra con un numerito que haría que hasta los billetes saquen a pasear su mejor look: 60 millones de esas moneditas europeas que apenas sirven para un café ahora pesito arriba, pesito abajo. ¡River se despide de su prodigio antes de que cumplas 18, mi pibe! Ya lo veo a Franco haciendo jueguitos con la bufanda blanca en pleno agosto, mientras estallan cohetes y algún que otro churrasco perdido por el cielo madrileño.