Gallardo y sus tropas en la tierra del tío Sam…

¡Mamma mia! ¡Qué semana para el Muñeco y su ejército del Millonario! A pocas horas de que empiece el tango futbolero contra el Urawa Red Diamonds, River hizo más entrenamientos que mi abuela con las pesas de 2 kilos. Resulta que los japoneses tienen más velocidad que yo llegando al buffet libre. Y como si fueran samuráis con sed de pelota, se preparan para cortar la ilustre cabellera de River una vez más.

Gallardo, con su famoso don de divino, armó un entrenamiento tan intenso que el césped de Seattle aún está llorando de cansancio. Pasado mañana, cuando el silbato suene al ritmo de cumbia, el Lumen Field verá un espectáculo digno de un festival de luces. Se rumorea que el Muñeco mantiene en mente su 11 de batalla de siempre, aunque podría haber un par de sorpresas con jugadores que entrenan como si persiguieran a un colectivo. Vamos, que hasta Mastantuono está haciendo magia con el balón para ganarse un puesto.

Con todos sus hombres en pie, y sólo Simón siendo el pibe de oro con un cuádriceps pidiendo descanso, el equipo llega con dudas, pero con más ganas que perro con dos colas. Desde el fondo del campo de Seattle, ya resuena el canto triunfal de las tribunas rojas y blancas. ¡A rodar y maravillar, mi River Plate! ¡Que el estadio tiemble como gelatina en un terremoto nipón!