¿Quién tomará la antorcha goleadora?…
¡Ay, Driussi, tu tobillo rebelde nos dejó en un brete más grande que el Obelisco! Resulta ser que el gol que metiste con la frente en alto, y nosotros lo celebramos como si hubiera sido un título mundial, terminó con un precio tan caro que ni Lionel Messi se atrevió a rechazar una oferta del PSG tan tentadora. Mientras tanto, el pobre Gallardo pasa las noches en vela buscando en Google “cómo encontrar un delantero en 48 horas o menos”. El Muñeco ahora tiene más dudas que cuando un nene tiene sed y en la heladera hay coca y jugo.
Este incidente lo ha dejado entre la espada y la punta, ya que muchos de los atacantes del River parecen estar emulando a los personajes de Toy Story: o son de plástico o están esperándote a que los animes. Borja, el elegido para reemplazar al estrellado Driussi, ha demostrado ser menos predecible que un trompo. Cada remate al arco es como tirar el penal del gordito al que le falta el otro botín. El Millonario busca un delantero urgente como Aladdin busca al genio de la lámpara en tiempos de emergencia.
¿Y qué decir de otras opciones? Pues Subiabre quizás necesite más clases de cómo no aplaudirse, porque su nivel está más verde que una aceituna en un plato de polenta anticipada. Y sobre Adam Bareiro, todavía está decidiendo si quedarse en Miami tomando sol o volverse al Monumental a tomar mate, lo cual es un dilema más que razonable. La verdad, ojalá existiera un delivery de delanteros goleadores para que el Muñeco pudiera zafar de este berenjenal con rapidez, porque el ataque millonario parece un asunto más enredado que las reuniones familiares cuando se discute de política. Chi lo sa, ¡quizás Driussi debería haber mantenido el tobillo enrollado en papel film en lugar de generar semejante telenovela futbolera!