El Muñeco cuestiona el baratillo del desempate…

¡Ay caramba! El Mundial de Clubes está tan enredado como un ovillo de lana después de una fiesta de gatos. El sistema de desempate olímpico de la FIFA se le apareció a River como un marciano en chomba amarilla: nadie lo esperaba, pero ahí está, listo para causar dolores de cabeza. Y en este intrincado Grupo E, donde los detalles pesan más que el asado de los domingos, River podría quedarse sin oro en su cofre por uno de los 19 escenarios proféticos que el gran Nostradamus no habría podido prever ni con una brújula.

Imaginemos un aburridísimo 0-0 entre River e Inter, mientras Monterrey hace zapatear al Urawa Red Diamonds. ¡Bingo! Un triple empate con cinco puntos, pero River lamentablemente con menos goles a favor que una abeja sin aguijón. Su destino entonces dependerá de los viajes en el tiempo y los goles anotados por los rivales entre sí. Cuando le preguntan a Gallardo, el Muñeco lanza una filosófica reflexión: “Hay cosas más injustas que caer de espaldas en una cuerda floja, pero así es el fútbol, qué sé yo”.

Pero no crean que se queda en plan de filósofo bohemio. ¡No! Optimismo en grandes dosis es lo que trae a la mesa. Gallardo resalta que al Inter le costó más ganar aquí que abrir un frasco de dulce de leche con las manos heladas. Mientras tanto, River fue un torbellino energizado dispuesta a dominar el campo. Aun cuando jugaron al “tiki tiki” y gritaron goles a los cuatro vientos en el segundo tiempo, el mango del trofeo sigue escapándose como un pajarillo travieso de sus manos.