Los italianos bailaron tango en el campo…
¡Paren las rotativas y desconecten el VAR! Resulta que el Inter se disfrazó de equipo de ensueño, cual Súper Campeones en sus días de gloria, y dio una clase de fútbol contra River en el Mundial de Clubes. Como si sumergidos en una novela italiana con final feliz, Esposito y Bastoni se lucieron cual James Bond en misión imposible para dejar a River fuera en primera ronda.
Nuestro querido Y. Sommer se la pasó a lo Ricardo Bochini, atajando como quien toma café sin derramarlo. Darmian, por su parte, parecía un velocirraptor en freno de mano. La sorpresa del partido fue Bastoni, que se convirtió en el Harry Potter de la defensa con sus hechizos que terminaron en un golazo memorable. A la izquierda, Dimarco desbordó tanto que desorientó a los defensores de River, quienes perdieron más brújulas que pirata en altamar.
Mientras tanto, un Martínez Quarta con coraje de gladiador romano gritaba “¡Me expulsan, ergo existo!”. Y es que River, más confundido que un pulpo en un garaje, intentó sin éxito eludir a los intercambios y finalmente vio finalizada su aventura en la Copa. ¡Al final todo quedó para los italianos, que se llevaron la copa y al cura en su espectacular boda futbística!