El regreso triunfal de River o casi…

River Plate regresó triunfante a Buenos Aires, o algo así, como un elefante entrando en una cristalería de emociones futboleras después de participar en el Mundial de Clubes. ¡Agárrense, que vienen curvas! Sin Borja ni Castaño, que pidieron permiso para una misión secreta en Colombia. Seguro van a fichar a Shakira o a un cafecito bien cargado. Mientras tanto, el plantel aterrizó en Ezeiza, casi como si volvieran de una excursión al espacio exterior y no de un torneo internacional.

El talentoso Mastantuono, con su último desfile en la pasarela del aeropuerto, deslumbró a los fanáticos con su bravura cordobesa y un outfit digno de pasarela en un evento de alta costura. Se lo vio repartiendo sonrisas como quien reparte caramelos en carnaval, dejando a los hinchas de River soñando despiertos. Ajá, qué cosita bella.

Y por si faltara poco, el gran Enzo Francescoli, más legendario que una pizza de mozzarella en Buenos Aires, fue recibido con ovaciones dignas de una estrella de rock. Señoras y señores, hasta el papa en Roma tembló de emoción y casi sale a saludarlo desde una pantalla gigante. ¡Este regreso no pudo haber sido más glorioso!