El teatro burocrático de un pase a River…
Imaginate esto: Maximiliano Salas está al borde de completar su escala épica desde Racing hasta River, pero no es tan simple como parece. Es como si McGyver intentara meterse en una caja fuerte usando solo un chicle y un clip. Resulta que los amigos de Racing tienen una cuenta CBU que es más esquiva que el Yeti, ¡ni los cazafantasmas la encuentran! Todo esto mientras Salas trata de resolver el postre de esta cena futbolística con nada menos que ocho millones de euros en el postre.
Y es que el sistema de la AFA tiene más vueltas que una novela turca, ¡vaya laberinto de papeles, permisos y protocolos! Mientras tanto, ¡Avellaneda afina el margen de error como un equilibrista sobre una cuerda floja! Entre tanto, Salas, como una especie de Houdini del fútbol, debe transferir los euros antes de que una estampida de burocracia lo atrape. La fecha clave cae cuando Racing le da su bendición (o le pasa el número de cuenta antes del próximo martes) ¡o la transferencia se va directo al escritorio del AFA!
¿Y Gallardo? Lo único que le falta al Muñeco es pedirle a Salas que pase por esta danza legal en pleno estadio Monumental. Pero claro, con el as bajo la manga, esperará hasta que los billetes toquen suelo sagrado, y el gran sueño Riverplatense se haga realidad. ¡Porque nadie quiere romper el famoso pacto de caballeros, salvo que hay romance de goles y cláusulas de escape!