¿Jugador de fútbol o camaleón profesional?…

¡Atención señoras y señores! Llegó Juan Carlos Portillo a River, el Optimus Prime del fútbol argentino. ¡El hombre-orquesta del deporte! Portillo no es solo un jugador: es una plantilla entera. En sus 174 juegos en Primera, repartió su magia por todos lados: de zaguero, lateral izquierdo, hasta de volante central. Y si le piden hacer de arquero, no lo duden, se mete igual.

Este experimentado Houdini de la cancha ya deslumbraba en 2019, cuando en las canchas brasileñas del Crucero del Norte descubre sus superpoderes. ¡Tanto así que River no dudó en poner 4 millones de dólares por su pase! Les dicen que hasta piensan incluir un par de jugadores en el trato como si fueran estampillas de colección. ¡Imaginate! Cerrando ofertas como un bolso de papas en plena cosecha.

Este chico, hijo del viento misionero, ya pasó por Talleres y Unión. ¡Es como una batidora en la cancha! Sáquenlo de su posición habitual y ni pío dice. En Talleres fue lateral izquierdo, luego central, y otra vez mediocampista. En Unión fue de lo más colorido: defensor central, volante, y hasta lateral por dos ratitos. ¡El hombre nunca se aburre! Allá va Portillo, listo para transformarse en lo que el técnico precise, siempre con su mejor sonrisa.