Un rodillazo al fútbol profesional…

En una movida más impactante que el gol de Maradona a los ingleses, Joaquín Arzura decidió colgar los botines a los 32 años. Claro, la noticia es tan jugosa como una milanesa a caballo para los medios. Arzura, con más camisetas que Maradona fotos en revistas, se retira del fútbol cual llanero solitario dejando la cancha en completa consternación.

Nuestro querido Joaquito, el trotamundos del balón, pasó por más equipos que un coleccionista de camisetas en el CyberMonday. Desde Tigre, su primer amor futbolístico, hasta un club perdido en Italia donde jugaba más gente de la tribuna que en el campo. Por culpa de este chico, los técnicos se cambian de camiseta más seguido que Papá Noel en Navidad. Y ojo, que jugar un solo año en un equipo para él, es como ganar el Balón de Oro.

En su despedida, Arzura tiró un post tan emotivo que hasta las pelotas de fútbol lloraron. Le agradeció hasta al perro del vecino que siempre le hacía pata para recuperar la redonda. Nos hizo emocionar más que un tango a medianoche. Ahora, en su nueva etapa, espera pisar la cancha de manera diferente, quizá haciendo jueguitos en los recreos de su hijo Félix. Este chico es un verdadero campeón: no por levantarse de sus caídas, sino por su simpatía, gracia y salir airoso en cada pase de la vida. ¡Gracias por todo, Joaquín!