El entrenador con poderes mágicos…
¡Atención, planeta fútbol! El Maestro Jedi al frente del Ejército Millonario, Marcelo ‘Yoda’ Gallardo, ha desenvainado su sable láser táctico para repartir elogios a su tropa tras una goleada que hizo saltar las alarmas del lado oscuro de la AFA. El entrenador, con más trucos bajo la manga que Harry Potter en el Ministerio de Magia, aplaudía con la gracia de un delfín haciendo acrobacias en un circo de Niza. Y es que este River, que se deslizaba como un patinador sobre el hielo, anotó más goles que Gato volador en un karaoke.
Lencina, un pibe que parece haber comido de la bruja de los cuentos y crecido de golpe, marcó dos goles que dejaron al público en modo ovación de pie y a Gallardo más contento que un perro con dos colas. “Es un chico de oro, con más destellos que una discoteca de los 70”, afirmó el estratega, mientras ajustaba su sombrero de conejo sacado del truco. La cláusula de 100 milloncitos de euros no es para exponerlo, aseguró, sino para que parezca más estrella de cine que botines sudorosos.
Y si de sorpresas se trata, el recién llegado Juan Portillo, más multifacético que una navaja suiza, promete revolucionar el campo con su toque de Midas. “Nos va a dar más alternativas que regalos una tía en Navidad”, declaró Gallardo, ilusionado con un futuro promisorio mientras firmaba autógrafos en un billete de cien millones, por si las moscas. Así es la vida en River, donde los goles caen del cielo como lluvia de verano y los pibes crecen más rápido que el pasto en primavera.