Aliendro, ¿destino Fortín o polvorín?…

¡Y ahí está Guillermo Barros Schelotto, con cara de póker y las manos tan atadas que parecen haber ido al mismo sastre que las del tío Alberto! El DT de Vélez se encuentra en la situación más complicada que un hincha puede imaginar: ¡tratar de fichar a Rodrigo Aliendro sin un manual de instrucciones ni Google Maps! Ya se sabe, con el mercado de pases, todo puede cambiar más rápido que un árbitro sosteniendo una tarjeta roja en el superclásico.

Por un lado, Aliendro, tan deseado que Guillermo ya lo ve con la camiseta del club hasta en las nubes, está tirando de las riendas para despegarse de River. A pesar de que el Saturado (al Muñeco Gallardo le sobran jugadores como moscas a un picnic), Aliendro coquetea con la idea de mudarse al Fortín. A medida que las horas pasan, el Mellizo no para de rezar para que no se convierta en un culebrón digno de Netflix, pero más emparchado que su última novela mexicana en la TV local.

Mientras todo es bullicio en el mercado, allí surge el nombre de un Lanzini tan volátil como un balón de playa en un huracán. ¿Se unirá a esa pila de rumores futbolísticos que siempre ronda por el Amalfitani? ¡Es la pregunta del millón que más que despejar las dudas, despeina a Guillermo como un tornado en una peluquería! Entre idas y venidas, una cosa es segura: ¡la ventana de fichajes es un espectáculo digno de un circo romano y Aliendro es el gladiador que pretende salir victorioso!