El joven mallorquín que conquistó Núñez…
¡Atención hinchas de River! Un ovni ha aterrizado en Núñez y no, no es Erling Haaland de vacaciones. Es Alexander Woiski, un jovencito que cruza más fronteras que una iguana en búsqueda del sol. Este delantero de nombre extraterrestre, nacido en Mallorca pero con corazón argentino, ha dado el salto a River como quien se zambulle en la fontana de deseos. Bernardo Romeo, cazatalentos de AFA y defensor de grandes promesas, asegura que al muchacho le sobra bienaventuranza y velocidad. “Es más rápido que un delivery de empanadas en un clásico”, afirma Romeo.
Ahora, no nos engañemos: su llegada a River no fue un pase cualquiera. ¡Oh no, amigo fanático del fútbol! Fue una movida estratégica del calibre de una partida mundial de ajedrez. Todo comenzó cuando el propio Marcelo Gallardo, en un rapto de visión cósmica, pidió contratar un talento que ni Messi conocía. La incorporación de Woiski a River es como si hubieran traído a una estrella de rock a un grupo de adolescentes: todos quieren verlo de cerca, y la Selección Argentina no es la excepción. Romeo hasta lo cruzó buscando casa, y ya actúa como su Conductor a la Meca del fútbol argentino.
Woiski, con más amor por la Banda que un hincha pegando figuritas, viene a cumplir su sueño de cuna. Con estatura de 1,70 metros pero temple de gigante, su ímpetu en los últimos metros podría compararse con el de un carpincho escapando de un jaguar en el Delta. Listo para el reto, River y la Selección aguardan al nuevo mesías en el territorio sagrado del Monumental. Mientras, los fanáticos, entre paraguas y mates, susurran su nombre con la esperanza de que este cuento futbolero de ciencia ficción termine en realidad épica.