De vuelta en River, 365 días de metamorfosis…
Marcelo Gallardo celebró el aniversario más fugaz del planeta en River porque su año pasó volando como una paloma con motor a chorro. Gallardo, en sus 365 días de vuelta en Núñez, transformó el equipo más rápido que un pastel a punto de ser atacado por un grupo de adolescentes hambrientos. Del primer 11 enfrentando a Huracán al último por la Copa Argentina contra San Martín de Tucumán, casi nada quedó igual. Solo Franco Armani y Paulo Díaz pueden presumir de aguantar más que una vieja figurita en el álbum.
Los números no mienten: 57 partidos, 17 refuerzos, y una cantidad de ventas que hace que el catálogo de una tienda de antigüedades parezca pequeño. Armani, Montiel, Pezzella, y compañía formaron un equipo más rápido que una entrega de sinceridad en una boda. Gallardo decidió refundar su ejército de gladiadores frescos e imbatibles, reemplazando a históricos como Pirez, Lanzini, y Kranevitter. Y con la presentación de talentos como Salas y Portillo, la segunda era del ‘Muñeco’ en River promete más sorpresas que una caja de chocolates rebeldes.