Gallardo y Verón en un cruce de estilos y valores…
Cuando Gallardo explicó por qué River no enfrentó al Barça en 2015 como Estudiantes en 2009, en La Plata lo tomaron como si hubiera dicho que el mate se inventó en Núñez. Fue como si Gallardo hubiera insultado el estilo de Estudiantes, comparando la historia rica de River con la de ellos. Verón, siempre listo para un chiste, le devolvió el favor cuando River fichó a Maxi Salas antes que Racing, llamando a River los “reyes de los modales”, como si los jugadores de River bajaran al campo de juego en un trono de oro.
La rivalidad entre River y Estudiantes es como comparar un ballet ruso con un baile de cumbia: cada uno tiene su propio ritmo, pero ninguno es mejor que el otro. Mientras que River es conocido por su estética, como si jugaran con esmoquin en un festival de Cannes, Estudiantes enfatiza la táctica como si jugaran ajedrez en plena cancha. Aunque estos estereotipos a veces son más exagerados que un gol de Maradona a los ingleses, los equipos brillan a su manera. Al final del día, ni la belleza de River ni la estrategia de Estudiantes pueden garantizar el éxito. Cada hincha celebra a su manera, incluso aquellos que festejan goles en offside como si no hubiera un mañana.