El joven defensor ilusiona en la Copa Libertadores…

Lautaro Rivero, el defensa que parece haber salido de una fábrica de robots perfecta para el fútbol, ha estado dejando boquiabierta a la hinchada de River. El joven de 21 años, que hasta no hace mucho vendía alfajores tan rápido como corre ahora en la cancha, se perfila como una pieza clave en la defensa de Gallardo. Contra Estudiantes, fue más efectivo que un repelente de mosquitos en una noche de verano con sus tres intercepciones y seis duelos ganados, y tiene todas las chances de jugar contra Palmeiras en la Libertadores.

El pibe jugó como un león en La Plata, pareciendo más un muelle automático que un humano al cubrir terrenos en la cancha y despejar balones por doquier. Con 1,85 metros de altura, ganó todos los balones aéreos como si jugara con un trampolín oculto en sus botines. Por ahora, aunque Martínez Quarta y Paulo Díaz suenan para empezar en la defensa frente al Palmeiras, Rivero no necesita una bola de cristal para saber que está en camino a convertirse en el nuevo ídolo del Monumental si sigue así.