Pasión millonaria llena el Allianz Parque…

Como si fuera una película de suspenso donde los protagonistas buscan un final feliz, 2.000 hinchas de River están listos para la revancha frente a Palmeiras en los cuartos de final de la Libertadores. Con toda la emoción a flor de piel, las entradas ya están a la venta y se espera que vuelen más rápido que un mosquito en un día de verano. Los afortunados que logren un lugar tendrán que completar un proceso más largo que una fila para el baño en un recital de rock, incluyendo validar su compra en el sitio de Palmeiras.

A pesar de que Palmeiras sea favorito, los hinchas de River están apostando fuerte: muchos ya tienen sus pasajes y alojamiento, lo cual es más arriesgado que comerse un ají picante sin agua para bajar. Pero el camino es arduo, ya que deben pasar por un sistema de validación que incluye biometría facial y comentarios del club diciendo que el comprobante recibido no es suficiente, una experiencia tan complicada como armar un mueble del sueco famoso con sólo una llave Allen. Todo por estar presentes en San Pablo y alentar a su equipo.