El Huevo se estrena con latigazo épico…

Imaginate esperar 264 días para que te sirvan una pizza y, al final, te la comés en solo 90 minutos. Así fue el gol de Acuña, un bombazo tan inesperado como un semáforo en el desierto que selló el triunfo de River Plate por 3 a 0 frente a Barracas. Marcos Acuña, conocido como el ‘Huevo’, por fin rompió el cascarón en el Monumental, convirtiendo su primer gol y asegurando el pase del equipo a cuartos. ¡Aleluya futbolística!

Fue una noche donde hasta las estrellas pidieron autógrafos. Cuando el partido ya estaba más cocido que una empanada en horno de barro, el Huevo se empachó de ganas y decidió que su momento de gloria llegaría como un rayo desde fuera del área. Bueno, en realidad, fue el desvío en Jappert el que convirtió su tiro en misil teledirigido, pero eso lo hace aún mejor para las leyendas. Imaginá la cara de Ledesma, descolocado, más sorprendido que un perro en un tejado. ¡GOLAZO! Y el Monumental explotó.

No fue un gol, fue un reseteo espiritual para Acuña. El ‘Huevo’ estalló de emoción, como si Messi le hubiera susurrado al oído. No importaron sus pifias en el partido; él sabía que su destino era brillar como panel solar en el desierto. Acuña, lleno de ganas y con un tanque de nafta lleno, ahora apunta a Platense en los cuartos. ¡Que empiece la función!