Marcos Acuña y el gol que hizo llorar al Monumental…
Señoras y señores, pónganse el casco de astronauta porque Marcos Acuña lanzó un misil intergaláctico desde el medio del campo que terminó rompiendo no solo el arco sino también cualquier expectativa de lógica futbolística. Este fenómeno de la naturaleza se contuvo 264 días, que fueron tan largos como una eternidad en un aeropuerto, para finalmente romper con la monotonía y hacernos gritar goles como si regalaran helados en pleno verano.
El ambiente en el Monumental estaba más cargado que una reunión familiar después de las fiestas y, como si no fuera suficiente, Acuña decide que era el día perfecto para convertirse en leyenda. Gritó su gol al cielo, y casi provoca un eclipse solar de pura emoción. El remate que parecía inofensivo acabó desviándose, descolocó al pobre Ledesma que quedó mirando al horizonte como si esperara el colectivo. Mientras tanto, el público gritaba tan fuerte que los vecinos de Núñez pidieron que la hinchada tomara clases de canto para no desafinar.
Con su bombazo, River no solo ganó, gustó y goleó 3-0 contra Barracas sino que también envió una señal inequívoca al universo: ¡cuidado, Marte, que allá vamos! Ahora el CARP y Acuña condujeron al equipo a los cuartos de final, listos para la próxima hazaña en el Apertura 2025, donde Platense ya está preparando las vacunas antidisturbios. ¡Vamos River, a seguir rompiendo las leyes del fútbol!